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En el contexto del marketing digital, una estrategia de contenidos es un plan creado para ayudar a una empresa o corporación a alcanzar sus metas y objetivos mediante la producción y difusión de información pertinente y útil.
La fase más importante en la puesta en práctica de este plan es el contenido, que incluye una amplia gama de elementos como publicaciones, artículos, infografías, películas, estudios de casos, testimonios y mucho más. El objetivo de la estrategia de contenidos es determinar el tipo de material que mejor representa a la marca y cómo atraer a la audiencia prevista.
Las organizaciones pueden tener diferentes objetivos comerciales, pero en general, los contenidos pretenden despertar el interés por los bienes y servicios con el objetivo último de aumentar las ventas. Como resultado, la estrategia de contenidos digitales se convierte en una herramienta táctica para atraer al público, fomentar vínculos duraderos y producir resultados económicos positivos.
¿Qué incluye esta estrategia de marketing digital?
La táctica mencionada está formada por los siguientes componentes, aunque pueden diferir en función de la organización y el objetivo que pretenda alcanzar:
Analizar el mercado y el público objetivo requiere un profundo conocimiento del sector en el que trabaja su empresa, así como un examen de las tendencias del mercado, los rivales, las demandas del público objetivo y los rasgos de comportamiento, psicográficos y demográficos.
Establecer objetivos y medidas de rendimiento: Debe fijar objetivos SMART que sean cuantificables y estén en consonancia con la misión de su empresa. También es crucial determinar los indicadores clave de rendimiento (KPI) que se utilizarán para evaluar la eficacia de la estrategia.
Selección de canales y tácticas: Es crucial determinar qué canales digitales son los más adecuados para llegar al público objetivo. El sitio web de la empresa, las cuentas en redes sociales, el correo electrónico, los anuncios online, el marketing de influencers, el marketing de contenidos y el SEO (posicionamiento en buscadores) son algunos ejemplos. Además, conviene prever estrategias particulares para cada canal.
Producción de material y mensajería: Es fundamental planificar cómo proporcionar material útil y pertinente para el público al que va dirigido. Esto incluye la producción de contenidos para blogs, manuales, podcasts, películas, infografías y otros medios. Para comunicar con éxito los beneficios y las propuestas de valor, también es vital desarrollar la historia de la marca y los temas clave.
Planificación y realización de campañas: Hay que concretar las campañas de marketing digital que se van a llevar a cabo, incluyendo los calendarios, planes financieros, distribución de recursos y aplicación de estrategias previamente establecidas.
Seguimiento y evaluación de resultados: Poner en marcha instrumentos de seguimiento y evaluación de resultados es crucial para calibrar el funcionamiento de las actividades implementadas. Es importante evaluar los indicadores clave, hacer las correcciones necesarias y registrar lo aprendido para futuras mejoras.
